Conocida como "la belleza de Sobek" o Neferusobek, Sebekkara Neferusobek fue una reina-faraón que gobernó aproximadamente desde 1790/89-1786 a.C.. Fue la última soberana de la XII dinastía y del Imperio Medio de Egipto.
El término aceptado por convención para referirse a una reina egipcia es mujer-faraón o reina-faraón. Por tanto, la palabra "faraón", tan extendida y arraigada en el saber popular, curiosamente resulta no ser una permutación lingüística correcta.
Además, para que esta mujer gobernara un imperio, tan próspero como complicado, era necesaria una fuerte personalidad, determinación y un intelecto robusto, así como habilidad táctica, ya que había estado clásicamente en manos de faraones.
Breve historia de la primera reina de Egipto
Era la menor de las nietas del rey Amenemhat I. Su hermana mayor, Neferuptah, pareció mostrar interés por el poder antes que Sobekneferu y, aunque estaba destinada a ocupar el trono, murió antes que su padre sin heredarlo. Los egiptólogos atribuyen a esta emperatriz un reinado de tres años y diez meses. Durante ese tiempo, la reina consiguió logros relativamente importantes relacionados con la arquitectura de su nación: amplió considerablemente el complejo funerario de Amenemhat III (conocido hoy como el Laberinto de Heródoto) y promovió construcciones relevantes en Herakleópolis Magna.
De los documentos que se conservan de su reinado se desprende que fue una mujer de carácter firme y actitud inquebrantable. Su fuerte carácter, su valentía y, sobre todo, su inteligencia y cuidado por su reinado le permitieron pasar a la historia como una de las soberanas más destacadas del Imperio egipcio.
¿Qué tenía de especial esta reina?
Algunos de los rasgos más característicos de Sobekneferu fueron su valentía y dedicación para destacar como una gobernante honorable y respetada en un universo de regentes masculinos. Sin embargo, también destacó por su gran inconformismo con los cánones de género de la época.
En este sentido, y para más especulación que han generado las representaciones de Sobekneferu vestida con ropas masculinas, la primera reina de Egipto nunca dejó de utilizar sufijos femeninos en sus títulos. Algo con lo que no todas las gobernantes egipcias estaban de acuerdo.
En un esfuerzo por normalizar el papel de la mujer en el más alto poder e igualar en poder los símbolos de feminidad y masculinidad, hay varios retratos y estatuas que la muestran con ropas y herramientas de poder (coronas y cetros) muy poco habituales.
En una época en la que, como afirman muchos expertos, el género femenino se consideraba a veces motivo de vergüenza, no hay motivos para pensar que Sobekneferu quisiera pasar por hombre. Durante el Antiguo Egipto, la aspiración de cualquier rey era pasar a la historia como faraón en el más tradicional de los sentidos; algo que necesariamente -por arraigo cultural- implicaba el uso de ciertos marcadores de masculinidad.
Así, la combinación en sus representaciones públicas de marcadores femeninos y masculinos podría explicarse como un mecanismo para establecerse como un faraón clásico y venerable, pero con la peculiaridad de haber sido mujer.
Aunque aún no se ha descubierto la tumba de la primera reina oficialmente confirmada de Egipto, lo que sí podemos reconocer es que fue un ejemplo de fortaleza y superación y de lucha por la igualdad de género. Todos podemos ser primeros reyes, gobernantes de nuestras vidas y líderes de nuestros destinos. Como Sobekneferu, una voluntad inquebrantable y la capacidad de luchar es todo lo que necesitamos para construir nuestro lugar en la historia del mundo
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