Si lo que busca es relajarse lejos del ruido de la ciudad y de la comunidad tecnológica y quiere vivir una experiencia única y diferente, el hotel se ilumina con velas y linternas para alumbrar por la noche y se hace distribuirlo con un sistema específico para el descanso de los ojos, el recreo y la relajación.
El Hotel "Adrere Amellal" o la Montaña Blanca está situado en el desierto egipcio de Siwa, a unos 300 km de la costa mediterránea, y es uno de los hoteles más extraños de Egipto. El hotel "Adrier Amellal" es un hotel de arena que consta de 40 habitaciones con una decoración inspirada en la vida de los habitantes del desierto de Siwa.
Está prohibido el uso de teléfonos móviles en las zonas públicas para no molestar a los huéspedes que desean tranquilidad y escapar del ruido de la ciudad, y el teléfono se puede utilizar en secreto.
El príncipe Carlos, el príncipe heredero del Reino Unido, y su esposa visitaron este hotel en 2006, y pagaron una cantidad para pasar una noche en un hotel en medio del desierto, y se alojaron en la habitación real, la única con bañera, lo que suscitó dudas en los titulares.
Las paredes del hotel estaban hechas de arena y tierra de Siwa, y se llama "Kirshaf", porque está recubierta de sal y limo, y científicamente es un material de construcción aislante del calor, como los ladrillos de barro, y esto es lo que hacía del hotel un oasis fresco en el calor del desierto egipcio.
El hotel consta de puertas de tierra que también absorben el calor durante el día y luego lo reflejan por la noche para que las habitaciones sean más cálidas. Están hechas de madera de olivo mezclada con tierra de Siwa.
En cuanto a los techos, están hechos de palmeras, rodeados de 7 lagos de sal y olivos. En cuanto al mobiliario, todas las piezas y accesorios del hotel están hechos por los residentes de Siwa, con la artesanía y el talento por los que se distinguen.
Lo que distingue al hotel es la dependencia del medio ambiente y la autosuficiencia de todo lo que el entorno cultiva, de modo que los chefs del restaurante preparan la comida asiática de forma tradicional en la que se basan en las verduras naturales recogidas directamente del jardín del hotel.
Hay muchas actividades para que los huéspedes no se sientan aburridos, entre las que destacan los masajes, la equitación, la fangoterapia y la alimentación sana.