El rey Pepi II, también conocido como Neferkare Pepi II, fue uno de los faraones que más tiempo reinó en el antiguo Egipto, durante la Sexta Dinastía del Reino Antiguo. Aunque su reinado es conocido por su estabilidad y prosperidad, algunas de las obras más importantes asociadas a él son:
Monumentos y Pirámides: El rey Pepi II continuó la tradición de construir pirámides como tumbas reales. Completó el complejo piramidal de su padre en Saqqara, y su propia pirámide, conocida como la "Pirámide de Pepi II", también se construyó en Saqqara.
Templos y santuarios: Pepi II contribuyó a la construcción y restauración de templos y santuarios dedicados a diversas deidades egipcias, lo que pone de relieve su devoción a los dioses y los aspectos religiosos de su reinado.
Estatuaria: El reinado de Pepi II fue testigo de la creación de numerosas estatuas y esculturas, muchas de las cuales representaban al faraón y su familia. Estas estatuas tenían fines tanto religiosos como conmemorativos.
Administración y burocracia: El reinado de Pepi II se caracterizó por una administración y una burocracia bien organizadas. Mantuvo el control sobre el gobierno y garantizó el buen funcionamiento del Estado.
Comercio y diplomacia: El faraón estableció relaciones comerciales con las regiones vecinas, incluyendo Nubia (al sur) y el Levante (al noreste). Esto contribuyó a la riqueza y prosperidad del reino.
Mecenazgo cultural y religioso: Pepi II fue un mecenas de las artes y la cultura, apoyando la creación de literatura y textos religiosos. Fomentó el culto a las divinidades egipcias y la construcción de templos en su honor.
Inscripciones jeroglíficas: Se han descubierto numerosas inscripciones y textos del reinado de Pepi II, que proporcionan valiosos datos sobre la cultura, la lengua y la religión del antiguo Egipto durante su época.